INGREDIENTES: (salen unos 24 profiteroles)
100 ml de leche entera. , 80 ml de agua., 75 gr. de mantequilla , una cucharadita de azúcar, una cucharadita de sal, 100 gr. de harina, 3 huevos, Opcional: esencia de vainilla, ralladura de limón,… o algún otro aroma, crema pastelera (nos vale la receta que hemos utilizado para las caracolas de crema de David), chocolate blanco y negro para la cobertura.
En un cazo, ponemos al fuego la leche con el agua, la sal, el azúcar, la mantequilla y, opcionalmente, el aroma. Removemos un poco para que se disuelva y dejamos hervir. Cuando rompa el hervor echamos de golpe la harina y removemos con fuerza con ayuda de una cuchara de palo. Retiramos del fuego. Debemos remover en un único sentido, hasta que se separe de las paredes, la harina esté algo seca y se haya formado una pasta homogénea y sin grumos. Dejamos enfriar en otro cuenco para que los huevos no se cuezan al añadirlos a la masa. Una vez la masa haya templado, añadimos los huevos uno a uno, esperando a que el anterior haya quedado totalmente incorporado antes de echar el siguiente. Seguimos el proceso hasta que hayamos completado todos los huevos. Precalentamos el horno a unos 220-230ºC. Introducimos la pasta en una manga pastelera de boca ancha y formamos bolitas, que pondremos sobre una bandeja del horno con papel hornear. Si no se tiene manga se puede hacer también con una cuchara de café. Las bolitas deben estar algo separadas. Introducimos la bandeja en el horno precalentado a temperatura fuerte. Cuando los petit choux hayan subido y tomado un ligero tono tostado, bajamos la temperatura hasta unos 180º C. Dejamos un poco más, apagamos el horno y dejamos enfriar con la puerta entreabierta. Los petit-choux se cocinan a fuego fuerte, al bajar la temperatura de modo gradual ayudamos a que se hagan por dentro y no se bajen. Preparamos una crema pastelera, (nos vale la receta que hemos hecho para las caracolas de crema de David) y los rellenamos con ayuda de una manga. Preparamos la cobertura. Fundimos chocolate en el microondas. Calentando poco a poco, con cuidado de no quemarlo, hasta que se funda fácilmente al removerlo con una espátula. Dejamos templar el chocolate y cubrimos los pasteles con ayuda de una cucharilla. Llevamos al frigorífico antes de consumir.
¡Madre mía que pintaza! Yo quiero unos cuantos de esos para cuando me recibas en Galicia. Muero de ganas...jeje. ¡Que grande eres cosacurra!
ResponderEliminarX
Tienen una pinta de ricura! Nunca lo he probado.
ResponderEliminaranotare la receta para luego hacerla.
Un Saludo,
Mari